
El gobierno mexicano anunció un plan de eliminación progresiva del glifosato y su reemplazo por métodos alternativos para 2024, “ante las evidencias científicas de su toxicidad”, según anunció la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“En primera instancia se considera controlar el uso en jardines y áreas recreativas, y evitarlo por el propio gobierno. Para el sector agrícola se plantea establecer con claridad su uso en los diferentes cultivos”, explicó en un mail a SciDev.Net Adelita San Vicente Tello, directora del Sector Primario y Recursos Naturales de la Semarnat.
Desde noviembre de 2019 ese organismo negó la importación de 67.000 toneladas de glifosato bajo el principio precautorio de la prevención de riesgos.
La decisión gubernamental tiene el antecedente en dos investigaciones: la presencia del herbicida en tortillas, el principal alimento del país (2018), y en la orina de niños en la región agrícola de Autlán (2019). Por otra parte, la comunidad maya de Yucatán denunció que la introducción del herbicida redujo a la mitad su producción de miel.
“Estamos totalmente de acuerdo con la decisión”, escribió en otro correo electrónico Fernando Bejarano, director de la Red de Acción en Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM). La implementación deberá acordarse con los organismos reguladores, “para entonces negociar con el Consejo Nacional Agropecuario, que agrupa a los poderosos intereses de las empresas transnacionales”.
En tanto, consultado por SciDev.Net vía mail, Carly Scaduto, jefa de Relaciones con los Medios de la casa matriz de Bayer —propietaria de Monsanto, principal productora del herbicida— criticó a las autoridades aztecas por una decisión que “no tiene basamento científico y causaría graves perturbaciones a los granjeros mexicanos que confían en el glifosato para alcanzar cultivos saludables en forma sostenible y efectiva”.
La empresa insistió en que agencias reguladoras como la estadounidense EPA, la mexicana COFEPRIS y la europea EFSA concluyeron que los productos basados en el herbicida “son seguros cuando se usan como está indicado” y que “el glifosato no es cancerígeno”.

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