Ganadería

Racionamiento proteico en los animales rumiantes

La cantidad y calidad de la proteína incluida en las raciones de los animales rumiantes tienen una importante repercusión en los costos de alimentación y condicionan en gran medida el rendimiento productivo de estos animales, pero también afectan a su función reproductiva y a la cantidad de nitrógeno excretado al medio ambiente.

l avance en el conocimiento de los procesos digestivos y metabólicos que sufre la proteína ingerida por los rumiantes ha determinado que se haya pasado de formular las raciones en términos de proteína bruta al uso de la proteína metabolizable, en un intento de ajustar con mayor precisión los aportes aminoacídicos de la ración a las necesidades de los animales.

A pesar de los indudables progresos realizados en las últimas décadas en este campo, la eficiencia de utilización del nitrógeno en los rumiantes continúa siendo baja en comparación con la presentada por los animales monogástricos, por lo que su aumento es un objetivo importante, especialmente en un mercado globalizado como el actual.

Adicionalmente, la creciente preocupación por la contaminación medioambiental provocada por la producción animal ha contribuido a que exista un renovado interés en reducir la excreción de nitrógeno sin mermar la producción de los animales.

La proteína metabolizable se define como la mezcla de aminoácidos verdaderamente absorbidos en el intestino y tiene un triple origen: la proteína microbiana sintetizada en el rumen, la proteína del alimento no degradada y las secreciones y descamaciones del tracto digestivo que contribuyen en una pequeña proporción.

Este triple origen complica la formulación de raciones para los rumiantes, ya que es difícil cuantificar los procesos que ocurren en el rumen. Las proteínas de los alimentos son degradadas parcialmente por enzimas microbianas y se liberan péptidos, aminoácidos y amoníaco, que son captados simultáneamente por los microorganismos para formar sus propias estructuras en el proceso conocido como síntesis de proteína microbiana. La proteína microbiana es la fracción mayoritaria del flujo proteico duodenal y, aunque su proporción puede variar en función del nivel productivo, en la mayoría de los casos representa entre el 50 y 80% de la proteína metabolizable.

Una característica importante de la proteína microbiana es su buen perfil aminoacídico en comparación con el de la carne y leche de los rumiantes, especialmente su contenido en metionina y lisina, los dos aminoácidos que han sido identificados con frecuencia como los dos primeros aminoácidos limitantes en las vacas lecheras.

Además, no hay que olvidar que los microorganismos ruminales son los responsables de la degradación de los carbohidratos de la ración, por lo que en cualquier situación productiva se debe tratar de maximizar la síntesis de proteína microbiana. Para ello es necesario administrar forrajes y concentrados de buena calidad y equilibrar los aportes de energía y proteína degradable para los microorganismos mezclando materias primas que proporcionen una liberación sincronizada de energía y nitrógeno.

Un aporte deficiente de proteína degradable limita la síntesis de proteína microbiana, lo que provoca una reducción de la degradación ruminal, la ingestión de alimento y la producción de los animales. Un exceso de proteína degradable también es perjudicial, ya que reduce la eficiencia de la síntesis microbiana (g de proteína microbiana por unidad de energía disponible), supone un gasto energético para el animal hospedador para eliminar el exceso de amoníaco mediante la síntesis de urea, puede afectar negativamente a la reproducción y con frecuencia aumenta el coste de la ración.

Categorías:Ganadería, Productores, Salud Animal

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