
Una cría por vaca al año es el objetivo que debe perseguir todo rancho ganadero sin importar que se trate de un sistema intensivo o extensivo.
Esto implica un intervalo entre partos de 365 días, de los cuales 280 días la vaca está gestante. Después del parto requiere un mínimo de 45 días para la involución del útero. Para lograr el objetivo la vaca debe quedar preñada de nuevo en un periodo máximo de 40 días. Durante este corto período de tiempo la vaca puede ser fértil 2 veces.
El éxito del manejo reproductivo depende de la conjugación adecuada de los siguientes factores:
- La condición de salud general del hato.
- La eficiencia del manejo del hato.
- Adecuada nutrición antes y después del parto.
- Intervalo de recuperación pos parto.
- Porcentaje de celos presentados.
- La capacidad individual de los toros para producir semen y montar vacas.
- Porcentaje de vacas detectadas en calor.
- La calidad del semen congelado para inseminación artificial, su buen manejo y conservación.
- La competencia del inseminador al descongelar y aplicar el semen en el lugar y tiempo adecuados.

El programa de manejo reproductivo consiste en lo siguiente:
I. Determinación de la temporada de empadre.
II. Diagnóstico del estado reproductivo del hato.
III. Vacunas y tratamientos para lograr mejores resultados.
IV. Sincronización del celo y la ovulación e inseminación artificial.
V. Repaso con toros.
VI. Diagnóstico de gestación.
VII. Desecho de vacas improductivas.
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