Este crecimiento depende de las condiciones higiénicas, del tipo de estabulación, alimentación y genética. En las estabulaciones de cama caliente, de paja, con suficiente espacio por animal son más raras las cojeras. En general se produce un excesivo crecimiento de las pezuñas, vacas con pezuñas extremadamente largas e incomodidad para caminar.
En estabulaciones con cubículos y en condiciones de mayor humedad, el crecimiento aparente de las pezuñas no es tan evidente. Se produce un desequilibrio progresivo en la altura de los talones, en donde el talón de la pezuña posterior externa resulta más alto con respecto a la pezuña interna. Esto supone un elevado grado de incomodidad para la vaca que al final termina coja.
EN VACAS AMARRADAS donde en general la limpieza se realiza por medio de un canal de deyecciones los animales tienen permanentemente las extremidades posteriores introducidas en el canal. La carga bacteriana sobre las pezuñas es grande, la resistencia mecánica de la queratina del casco queda disminuida por el continuo humedecimiento y ataque de agentes corrosivos de los purines.
La postura de la vaca con las patas de atrás un escalón por debajo de las delanteras genera una constante sobrecarga de las pezuñas posteriores. En este tipo de establos la dermatitis interdigital con talones podridos, y ulceraciones del corion son una constante.
EN SISTEMAS PASTORILES de producción de leche, el crecimiento de pezuñas es fuertemente controlado por la taza de desgaste asociada al tipo arreo y las largas caminatas que realizan las vacas.
En este tipo de situaciones las vacas suelen ponerse cojas por traumas mecánicos asociados al manejo y las condiciones medioambientales del pastoreo. Suelas de pezuñas extremadamente delgadas, hematomas soleares y fracturas de la línea blanca son patologías frecuentes y la técnica del recorte funcional debe evaluarse con mucha precaución. La mayoría de estos animales no necesitan recorte funcional de pezuñas. El descanso de caminatas, la apertura quirúrgica,- exponiendo al oxigeno-, la lesión, el uso de tacos ortopédicos y un diagnóstico precoz, son herramientas de importancia en la recuperación de estos animales.
Es conveniente recortar las pezuñas todos los años y en algunas explotaciones dos veces por año. Este trabajo debe realizarlo un profesional experimentado que trabaje de forma rápida produciendo mínimo estrés a los animales.
Recorte de pezuñas, puntos a tener en cuenta:
Distribuir de forma homogénea el peso del animal sobre la superficie de las pezuñas.
Garantizar un suficiente espesor de suela de la uña para que la vaca no se resienta después del arreglo.
Despejar todas las zonas podridas e inflamadas de talones.
En pezuñas muy largas o deformadas no se puede pretender dejar perfecto el aplomo de una sola vez. Estas pezuñas retorcidas no deben quedar “bien”, nos conformaremos con que queden mejor de lo que estaban. Generalmente este tipo de animales requieren recortes más frecuentes.
En caso de pezuñas delicadas o de mala calidad es preferible colocar un taco aunque la vaca no esté coja, para evitar futuras complicaciones.
Un sistema de recorte funcional de pezuñas resulta por sí solo una herramienta poco eficaz si no son considerados en su conjunto los factores de riesgo que originan la enfermedad.